Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

viernes, 1 de agosto de 2014

La Santidad

Cuando escuchamos que todo cristiano debe alcanzar la santidad, nos aterramos o nos hacemos los desentendidos, pues creemos que la santidad es para unos pocos y nos cuesta creer que todos podemos ser santos. Pero ¿Qué es la santidad? ¿Será verdad que solo unos pocos pueden o son elegidos para ser santos? Son preguntas fundamentales cuando hablamos de santidad.

San Pablo nos recuerda que todos fuimos elegidos por Dios para la santidad: “Él (Dios) nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor” (Efesios 1, 4). Sí, fuimos elegidos en Cristo Jesús; por ello la santidad es tener como referente, de nuestra vida, a Cristo Jesús, para así reproducir su imagen en el mundo, así lo afirma el apóstol: “Porque a los que había conocido de antemano los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo” (Romanos 8, 29). Esto es posible, por la sencilla razón que la santidad la hemos recibido en el bautismo, fuimos revestidos de Cristo Jesús (cfr. Gálatas 3, 27), debemos conservar la santidad, contemplando al Señor todos los días, como nos lo diría la Carta a los Hebreos, teniendo “fijo los ojos en Jesús” (12, 2).

El santo o la santa, es la persona que ha hecho una opción de vida por el Señor Jesús. Quiere vivir como nos lo propone el evangelio, busca tener los mismos sentimientos que Cristo (cfr. Filipenses 2, 5), haciendo todo con amor (cfr. 1Corintios 16, 14). Buscando con su vida el Reino de Dios (cfr. Mateo 6, 33).

La Iglesia Católica ha llevado al altar a tres ecuatorianos, a quienes por haber optado por el Señor Jesús vivieron santamente y transformaron sus entornos, ellos son: Santa Mariana de Jesús Paredes y Flores, Santo Hermano Miguel y Santa Narcisa de Jesús.  

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