Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

jueves, 13 de octubre de 2011

El Purgatorio

A diferencia del cielo y del infierno el purgatorio es un estado transitorio. Es posible salir de allí. La idea del purgatorio no es netamente evangélica, es una reflexión que hace la Iglesia en la que desea trasmitir un mensaje misericordioso de la Trinidad. Y al estar la Iglesia sostenida por la presencia del Espíritu Santo, puede declarar como dogma de fe el estado del purgatorio.
Al ser la libertad del hombre la que define su “después de la muerte”, y al estar tan coartada la libertad por los grupos sociales, por la colectividad, el amor de Dios no descansa en la búsqueda de la salvación de toda la humanidad, he allí dónde el Espíritu Santo iluminó a la Iglesia a proponer un estado transitorio de purificación. El purgatorio cumple la misión de purificar a aquellos que buscando cada día la verdadera relación con la Trinidad de todas maneras habían caído en el pecado. Para así pasar al único lugar que pueden pasar los que se encuentran en el purgatorio, el cielo.
Para que se conceda la purificación de nuestros muertos se hace fundamental la oración, la eucaristía y la caridad con los hermanos, de nosotros que seguimos en la búsqueda. La comunión de la Iglesia peregrinante (nosotros) con la Iglesia purgante es de ayuda espiritual, pues nuestro deber es ofrecer eucaristías y solidaridad fraterna para que ellos puedan entrar un día al gozo celestial.