Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

jueves, 8 de diciembre de 2011

La Vida, Vivida Positivamente

San Juan nos concede en su primera carta un dato supremamente importante, para empezar a ver positivamente nuestra vida: “Miren qué amor tan grande nos ha mostrado el Padre: que nos llamamos hijos de Dios y realmente lo somos.” (31). Pues con el bautismo ya no somos sólo sus creaturas (Cfr. Gn. 1; 2) sino que somos sus hijos.

Un hijo que tiene como Padre a un Ser que es por naturaleza AMOR (Cfr. 1Juan 48) no puede más que vivir con positivismo, pues se siente amado, es decir, respetado, valorado, admirado, alimentado, perdonado y sobre todo se siente acompañado por su Padre.


Ser positivo es ver las cosas con la esperanza que Dios está contigo en las buenas y en las malas, no es ser idealista, fantasioso o infantil que se entrega a su padre sin más. El hijo de Dios es positivo porque ve que la vida puede ser mejor y  ve que puede aportar algo para que esa vida sea mejor. También es el que reconoce que su meta no es el poder o las riquezas o los placeres, sino su propia realización, quizá con poder, riquezas o placeres o quizás no. Es quien descubre lo que guarda en sí mismo para su felicidad.