Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

miércoles, 29 de mayo de 2013

El Santísimo Cuerpo y la Sangre de Cristo




Lucas 22:14-15.19-20 
Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los apóstoles  (15)  y les dijo: "Yo tenía gran deseo de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer.  (19)  Después tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo: "Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mía."  (20)  Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: "Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes".



Uno de los grandes misterios de fe es el Cuerpo y la Sangre de Cristo en el pan y en el vino. Solo por fe, aceptamos esta herencia de Jesús y enseñanza de la Iglesia. No es que significa sino que es realmente el Cuerpo y la Sangre. Lo que acontece es que nuestros sentidos, ojos, olfato y tacto, se encuentran con lo que conocemos como pan y vino, pero nuestra fe se encuentra con la sustancia de Cuerpo y Sangre de Cristo.

Santo Tomás de Aquino, un gran predicador católico, solía decir: Pero, a fin de que guardásemos por siempre jamás en nosotros la memoria de tan gran beneficio, dejó a los fieles, bajo la apariencia de pan y de vino, su cuerpo, para que fuese nuestro alimento, y su sangre, para que fuese nuestra bebida. Y en esta homilía continuaba diciendo, No hay ningún sacramento más saludable que éste, pues por él se borran los pecados, se aumentan las virtudes y se nutre el alma con la abundancia de todos los dones espirituales.

Y tú ¿Vives y te alimentas con este manjar de salvación, siendo consiente que te alimenta para la vida eterna?