Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

domingo, 27 de noviembre de 2011

CONSEJO PROVINCIAL 
ELEGIDO EN EL XXV CAPÍTULO PROVINCIAL
21 al 25 de noviembre de 2011

DE DERECHA A IZQUIERDA
P. JULIO  CESAR CASTAÑO GARCIA SDS - P. JUAN CARRASQUILLA OSSA SDS - P. EDGAR OROZCO BALCAZAR- P. GUSTAVO ALONSO RUIZ CANO – P. GABRIEL ANTONIO SIERRA TAPIAS SDS.

EL XXV Capítulo Provincial reunido en Pereira del 21 al 25 de noviembre eligió nuevo Gobierno Provincial de la Provincia Salvatoriana Colombo-ecuatoriana.  

Son ellos:

P. JUAN CARRASQUILLA OSSA SDS.- SUPERIOR PROVINCIAL. -
De Fredonia, Antioquia. . Ordenado Presbítero el 29 de Junio de 1977.  Ha servido a la comunidad como Párroco en la Madre del Salvador y Cali, Rector de estudiantes, Superior de la casa Madre de Roma.  Ejerce su tercer periodo, segundo consecutivo,  como superior Provincial. Licenciado en Filosofía de la Universidad javeriana y Doctor en Teología de la Universidad Gregoriana de Roma.

P. JULIO  CESAR CASTAÑO GARCIA SDS - VICARIO PROVINCIAL-
De Granada Antioquia. Ordenado Presbítero el 10 de Octubre de 1970. Ha prestado su servicio a la Comunidad como Párroco en Manizales, Puerto Limón, y Cartagena, Asesor Nacional del Movimiento por un Mundo Mejor, Superior Provincial, Vicario Provincial, Rector del Estudiantado Mayor Salvatoriano y actualmente  Maestro de Novicios.

 P. GUSTAVO ALONSO RUIZ CANO SDS  -1° CONSEJERO. -
De la Celia, Risaralda. Ordenado Presbítero el 29 de Junio de 1991. Ha sido Vicemaestro de Novicios, Párroco en Cali, Administrador del Colegio Divino Salvador de la Estrella. Es licenciado en Teología de la Universidad Javeriana de Bogotá.

 P. EDGAR OROZCO BALCAZAR SDS - 2° CONSEJERO-
De Cali. Ordenado Presbítero el 19 de Octubre de 2006. Ha prestado su servicio entre otros, como Vicerrector de Estudiantes, Maestro de Prenovicios. Licenciado en Teología de la Universidad Javeriana.  Médico de la Universidad del Valle. Especializado en Administración y Salud de la Universidad del Valle  y en Bioética de la Universidad de Cuyo, en Mendoza, Argentina.  

 P. GABRIEL ANTONIO SIERRA TAPIAS SDS -3° CONSEJERO-
De Tunja,  Boyacá. Ordenado Presbítero el 18 de Mayo de 1985. Ha sido Vicario Parroquial en Madre del Salvador, Divino Salvador y Puerto Limón. Párroco de Niquía. Actualmente Rector del Estudiantado Mayor. Diplomado en Teología de la Universidad Javeriana. Psicólogo de la Universidad San Buenaventura. Master en Psicologia di Consultazione del Pontificio Ateneo Regina Apostolorum de Roma. CIFS de la Universidad Gregoriana de Roma. 

sábado, 26 de noviembre de 2011

DOMINGO 27 DE NOVIEMBRE

Marcos  13: 33 - 37

33«Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento.34Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele;35velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada.36No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos.37Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!»
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Estimados hermanos hoy en la Iglesia Universal empezamos un nuevo año litúrgico.
Iniciando también así el tiempo de adviento, al cual sabemos  es el tiempo de preparación a la venida del Señor.
El evangelio de este 1 domingo de adviento que está tomado  de San Marcos 13, 33-37, es una gran catequesis sobre el tiempo previo a la venida del Reino de Dios, o también podemos decir un discurso escatológico, pues se nos insiste en estar en alerta a los acontecimientos últimos y definitivos en donde  la presencia  absoluta de Dios será clara.
San Marcos nos habla hoy de dos verbos, no “estar dormidos” y estar más “bien despiertos” pues estados dos verbos son señalas las maneras de vivir la espera del Señor.
No podemos seguir dormidos y dejar que las cosas pasen sin transformar nuestras vidas, aislados Dios y metidos de lleno en las cosas mundanas y materialistas, e incluso en muchas ocasiones volvernos indiferentes a las necesidades de  nuestros hermanos.
Debemos y tenemos que estar despiertos, atentos, pues solo así podremos descubrir cuál es el plan que Dios tiene trazado para cada uno donde se pueda manifestar las verdaderas acciones y compromisos con los demás.
La mejor manera de estar vigilantes es asumir con responsabilidad y alegría las responsabilidades diarias, en donde podamos manifestar la felicidad de ser cristianos.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Vocación a la Vida Religiosa o/y Sacerdotal

“Subió Jesús a una montaña y llamó a los que él quiso, los cuales se reunieron con él. Así instituyo a los doce, para que estuvieran con él y enviarlos a predicar” Marcos 313-14

El deseo de consagrar la vida entera a la contemplación y al trabajo del reino sólo puede nacer desde el llamado, Dios llama a varones y mujeres para tal entrega. El llamado de Dios requiere de una respuesta, generosa, entera, fiel, comprometida, sincera y de convicción. Por ello es deber del que ha sido llamado, trabajar cada día por trasformar aquellas cosas que no le permiten tal respuesta.

Ser uno o una de los que “él quiere” no equivale a ser un extraño ante los demás, un ser diferente o sin defectos. Equivale a ser, un ser humano con el deseo de enamorarse plenamente de Jesús de Nazaret, de tal manera que busque conocerle y desear todo cuanto Él propone. Es así que la vida consagrada no es mayor a las otras vocaciones que Dios nos puede invitar a vivir.

La vida consagrada no es y no puede ser un refugio de debilidades humanas, como tampoco es el lugar del acomodo o del descanso. La vida consagrada es la entrega por la construcción del reino de Dios propuesto por Jesús. La vida consagrada es la vocación para mostrarle al mundo que Dios ama y ama con toda fuerza. Dios ama cuando el pan y el vino es cuerpo y sangre de Cristo, cuando el sufriente encuentra paz, cuando los pobres consiguen sosiego, cuando los enfermos encuentran compañía, cuando los analfabetas aprenden a leer y escribir, cuando los indígenas y los negros son valorados como personas, cuando los presos sienten la presencia divina, cuando los varones y las mujeres mueren por causas justas, cuando las prostitutas y los homosexuales son aceptados como hijos de Dios y no rechazados por el pecado, Dios ama cuando un religioso o religiosa o sacerdote se entrega por entero al llamado que Él le ha hecho, poniendo todo sus dones al servicio de la comunidad. 

viernes, 18 de noviembre de 2011

DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE

Mateo  25: 31 - 46

31«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria.32Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.33Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.34Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis;36estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme."37Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?38¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?39¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"40Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."41Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.42Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;43era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis."44Entonces dirán también éstos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"45Y él entonces les responderá: "En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo."46E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.»

Los primeros versículos del Evangelio nos presentan la venida final de JESÚS, el Hijo del hombre,   y  JESUS aquí es el REY, que viene del cielo acompañado de los ángeles, envuelto en la gloria divina y se sienta en el trono, delante del cual se reúnen "todos los pueblos", es decir que nadie queda excluido: tanto los israelitas como los paganos: las naciones que no son cristianas dentro de un contexto misionero. El juicio, al ser universal, recoge a las gentes y también a la comunidad, no hay dos juicio ni tampoco un juicio especial para los no cristianos.

El juicio del Rey sobre cada uno de nosotros y sobre la comunidad equivale, en igualdad de condiciones, a nuestro propio juicio sobre "los pequeños", los pobres y desvalidos.  Nosotros juzgamos a Jesús al acogerlo o rechazarlo en los pobres; su acción como juez sólo comprueba nuestra actitud y nuestra elección a lo largo de la vida. Al final, somos juzgados con base en nuestra acción con el otro.  Cada uno de los otros será siempre " EL OTRO"  (JESÚS): Lo que hiciste a uno de estos, a mí me lo hiciste…Este hecho tiene como cimiento el AMOR.  No hay otra distinción entre nosotros, entre las personas, más que el amor.  Y ese juicio le corresponde al PADRE  EN SU HIJO, MISERICORDIOSO Y COMPASIVO, no a nosotros. 

Este JUEZ dicta sentencia desde el principio sin buscar, como los jueces de este mundo, la verdad a partir de preguntas, interrogatorios y testigos que con mucha frecuencia, para salvar su pellejo, falsean los hechos. Por el contrario nuestro JUEZ,  JESÚS combina maravillosamente la justicia con la misericordia y en el diálogo entre las partes, el Señor no revisa el juicio, más bien confirma la sentencia dictada antes.

JESUCRISTO  REY: Me atrevería a invitar a dirigir nuestra mirada de fe y admiración, no hacia un JESUCRISTO majestuoso y con corona de oro, sino hacia aquel Rey que ostenta su majestad desde un madero, de una cruz, desde donde nos invita a participar del Reino preparado para los justos con la definitiva victoria sobre el pecado y sobre la muerte, resucitando para dar pleno sentido a la promesa del Padre: la comunión definitiva con El en su Hijo Jesús. Definitivamente el tiempo de las definiciones y de las advertencias ya pasó y nos debe quedar claro que al atardecer de nuestro peregrinar por este mundo, seremos juzgados sobre el amor como lo afirma san Juan de la Cruz.   No olvidemos las palabras del rey: “Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer. . . etc.   TODAVÍA TENEMOS TIEMPO PARA ACTUAR.  Ojalá nos diga mucho aquella conmovedora oración:

CRISTO, no tiene manos, tiene solo nuestras manos para construir un mundo nuevo donde habite la justicia.
CRISTO, no tiene pies, tiene solo nuestros pies para poner en marcha a los oprimidos por el camino de la libertad.
CRISTO, no tiene labios, tiene solo nuestros labios para proclamar a los pobres la Buena Nueva de la libertad. Hagamos desde acá nuestro propio juicio para llegar gozosos a la casa del Padre.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Vocación al Matrimonio

Jesús respondió: “¿No han leído que el Creador al principio los hizo varón y mujer y dijo: el varón dejará a su padre y a su madre y se unirá con su mujer, y serán los dos una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”. Mateo 194-6

“Que ninguna familia comience en cualquier de repente”: esta exhortación tan sencilla, que la encontramos en una canción a la familia, nos dice mucho. Algunos se preguntan por qué hoy existen tantos divorcios, y la respuesta está en esa frase, porque las familias comienzan en cualquier de repente, la juventud no se da tiempo de conocerse; aquella realidad de enamorados o de noviazgo ha ido pasando a un segundo plano.

El matrimonio necesita iniciar con el conocimiento de la otra persona. Ya que el llamado a la vida matrimonial es el llamado a la unidad con una sola persona, es el llamado a compartir lo positivo y lo negativo de la existencia, es un llamado a lograr hacer de la existencia una vida.

La vocación del matrimonio inicia descubriendo que la otra persona es la indicada, que ella y no otra es “el regalo” que Dios me quiere dar. “Regalo” que acojo con el sacramento del matrimonio y con él mismo me comprometo a valorar, respetar, cuidar, admirar y sobre todo amar el regalo de Dios. El amor es el fundamento que hace posible la unidad de dos personas para toda la vida.

Los individuos que ante el testigo de la Iglesia, el presbítero, han aceptado “el regalo” de Dios deben estar dispuestos, como pareja, a recibir el fruto del amor, los hijos. Pero ellos no pueden remplazar ni aislar la relación de pareja; cuando una pareja camina en el amor, se refleja en la vida de sus hijos. 

viernes, 11 de noviembre de 2011

DOMINGO 13 DE NOVIEMBRE

Mateo  25: 14 - 30

14«Es también como un hombre que, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda:15a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó.16Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco.17Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos.18En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.19Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos.20Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado."21Su señor le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."22Llegándose también el de los dos talentos dijo: "Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado."23Su señor le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."24Llegándose también el que había recibido un talento dijo: "Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste.25Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo."26Mas su señor le respondió: "Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí;27debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses.28Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos.29Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.30Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes."

Jesús nos exhorta en el Evangelio a estar preparados para el momento de nuestro encuentro con Él en la eternidad, poniendo a producir con diligencia y responsabilidad en esta vida las capacidades o talentos que hemos recibido. El talento era una unidad monetaria de uso común en el imperio romano. A partir de esta primera significación, y precisamente con base en la parábola del Evangelio de hoy, pasó a convertirse en sinónimo de las capacidades de cada ser humano. Por eso en las organizaciones se suele hablar del “talento humano”, consistente en las capacidades de las personas que las componen.

Cada ser humano ha recibido de Dios unos talentos específicos. Unos han recibido más que otros, cada quien con sus propias cualidades y posibilidades. ¿Qué estoy haciendo con mis talentos, con mis capacidades? ¿Las estoy haciendo rendir constructivamente? ¿O las estoy desperdiciando como el perezoso de la parábola que enterró su talento, sin realizar el esfuerzo que implica poner a producir lo recibido?

Queda resonando la reflexión final de Jesús: “al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”. Su significado corresponde a la situación en que estemos cuando tengamos que rendirle cuentas al Señor al encontrarnos con Él en la eternidad. Si tenemos y podemos presentar como producto las buenas obras resultantes de un trabajo honesto y constructivo, Dios nos dará más de lo que tenemos, nos dará  una vida eternamente feliz. Pero a quien se presente con las manos vacías, hasta lo que había recibido le será quitado. En últimas, de lo que se trata es de hacer producir lo que el Señor nos ha dado, a partir de los dones recibidos de Él.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Vocación a la Vida de soltero(a)

“Al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía que le dejara ir con él. Pero no se lo permitió sino que le dijo: vete a tu casa, con los tuyos y cuéntales todo lo que el Señor ha hecho contigo y cómo ha tenido compasión de ti” Marcos 518-19

El evangelio no nos habla claramente de la vida de soltero, pero podríamos pensar que el personaje de este pasaje bíblico era un hombre soltero. Él, al recibir la misericordia del Señor quiere seguirle, quiere unirse a los doce apóstoles, quiere consagrarse a la presencia de Jesús. Pero Jesús es muy radical al negarle tal posibilidad, pues no todos están llamados a esa vocación, ni a la del matrimonio.

La vocación a la soltería es un llamado a vivir en medio de la sociedad de tal manera que todos descubran la dignidad del ser humano, hijos de Dios. El soltero(a) tiene el deber de mostrarle al mundo que Dios ha hecho cosas grandes en él o ella; no tiene toda la responsabilidad que se le entrega al consagrado religioso o sacerdote. Como tampoco está llamado a procrear, a tener hijos desordenadamente, pues el soltero no es un padre o una madre, la realidad paternal o maternal pertenece a los llamados al matrimonio, buscar un hijo por solo sentirse padre o madre puede ser un acto de egoísmo y de poco sentido cristiano.

La soltería es la vocación del orden, de la entrega, de la familiaridad, de los valores, de la amistad. Hay que tener mucho cuidado en pensar que tal estado de vida nos dejan las puertas abiertas para hacer y deshacer, con nosotros, con nuestro cuerpo, con nuestros dones, o con los demás. 

La vida del soltero, como la del consagrado o la del casado, debe estar al servicio de toda la comunidad, pues es un deber que se nos da en el bautismo. Es en cada vocación que debemos poner nuestros dones para una mejor y más grata convivencia.     

viernes, 4 de noviembre de 2011

DOMINGO 06 DE NOVIEMBRE

Mateo  25: 1 - 13

1«Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio.2Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes.3Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; 4las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas.5Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. 6Mas a media noche se oyó un grito: "¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!"7Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas.8Y las necias dijeron a las prudentes: "Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan."9Pero las prudentes replicaron: "No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis."10Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta.11Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: "¡Señor, señor, ábrenos!"12Pero él respondió: "En verdad os digo que no os conozco."13Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora.
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Apreciados hermanos las lecturas de este domingo nos dejan dos palabras claras SABIDURÍA Y PRUDENCIA. Estas dos palabras son fundamentales para comprender el mensaje que el Señor nos quiere entregar en este domingo, día en el que como familia cristianan, hermanos por el nacimiento bautismal, nos reunimos y dejamos que se visualice más concretamente el Cuerpo de Cristo.

Bien, meditar este evangelio es entrar en la reflexión de la vida y de la  muerte, ya en esta semana la Iglesia nos ofrecía dos liturgia en la que recordábamos a los satos(los que gozan de la vida eterna), el 1ero de noviembre, y a los muertos (quienes nos precedieron en dejar esta materialidad), el 2dos de noviembre. Por tanto cuando vemos esta parábola de Jesús en el evangelio de Mateo se nos despierta la preocupación de saber cuan sabio somos, cuanto nos hemos acercado a Dios para alcanzar la sabiduría que sólo él nos puede dar.

La sabiduría de Dios es la primera herramienta que tenemos para ser prudentes, no fue por sola prevención que las mujeres llevaron más aceite, sino porque Dios despertó en ellas, por medio de su sabiduría, la prudencia. El sabio siempre es prudente.

Ahora bien, cómo podemos comprender el aceite y la luz que nos habla el evangelio: Pues la luz es aquella que se nos encendió en nuestro bautismo, la que recibieron nuestros padres y padrinos, y la que ellos se comprometieron a cuidar y proteger de todo mal que pudiese haber en el mundo. El aceite es el que diariamente vamos poniendo para que esa luz no termine, no se agote, sea eterna. Ese aceite es la oración, la eucaristía, la confesión, las obras de caridad, la solidaridad, la alegría que vamos cultivando con las relaciones humanas, en sí la recta vivencia religiosa y civil.

Querido hermano es bueno que revisemos nuestro vivir, revisemos si nuestra luz, encendida en el bautismo y renovada en la confirmación, aún alumbra con intensidad y con generosidad. Si no fuera así no te desanimes nunca es tarde para Dios, él le da su presencia a todos “al que llegó en la mañana o el que ha llegado al atardecer”, todos estamos llamados a recibir su gracia.

jueves, 3 de noviembre de 2011

La Vocación

Existe la idea que la vocación se ve orientada hacia la ocupación laboral, pero si la vocación es un llamado, y un llamado de Dios a un estilo de vida, no sería más acertado ver la vocación como aquella verdad que encierra toda la vida.

Es de esta manera que se puede decir con toda seguridad que existen tres vocaciones, que el Señor invita al ser humano vivir: vocación  a la vida matrimonial, vocación a la vida  religiosa o sacerdotal y vocación a la vida de soltero(a). En cualquiera de estas vocaciones ejecutamos los dones y capacidades que Dios nos ha concedido a cada uno, para servicio de toda la comunidad. Esos dones son lo que llamamos “los carismas”.

Hay que permitirle al Espíritu Santo que nos hable en lo más profundo de nuestro ser, para descubrir que vocación estoy llamado a vivir. Y tener el oído bien agudo para escuchar lo que repetidas veces el Señor nos dice: “No tengas miedo”. No hay que temer al sentir el llamado a la vida matrimonial, el llamado a la vida religiosa o sacerdotal, ni mucho menos temer al sentir el llamado de la soltería. Pero hay que ser muy respetuoso en la respuesta que nuestros semejantes dan a su llamado, Dios no se equivoca.

Si tienes clara tu vocación y quizá ya la estás viviendo, no dejes de encontrarte con quien te la regaló. En las dificultades sólo Él nos puede guiar y sostener. El matrimonio como la vida religiosa o la soltería tiene sus pequeñas piedras que hay que saber superar, y Jesús te ayudará.