Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

jueves, 10 de noviembre de 2011

Vocación a la Vida de soltero(a)

“Al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía que le dejara ir con él. Pero no se lo permitió sino que le dijo: vete a tu casa, con los tuyos y cuéntales todo lo que el Señor ha hecho contigo y cómo ha tenido compasión de ti” Marcos 518-19

El evangelio no nos habla claramente de la vida de soltero, pero podríamos pensar que el personaje de este pasaje bíblico era un hombre soltero. Él, al recibir la misericordia del Señor quiere seguirle, quiere unirse a los doce apóstoles, quiere consagrarse a la presencia de Jesús. Pero Jesús es muy radical al negarle tal posibilidad, pues no todos están llamados a esa vocación, ni a la del matrimonio.

La vocación a la soltería es un llamado a vivir en medio de la sociedad de tal manera que todos descubran la dignidad del ser humano, hijos de Dios. El soltero(a) tiene el deber de mostrarle al mundo que Dios ha hecho cosas grandes en él o ella; no tiene toda la responsabilidad que se le entrega al consagrado religioso o sacerdote. Como tampoco está llamado a procrear, a tener hijos desordenadamente, pues el soltero no es un padre o una madre, la realidad paternal o maternal pertenece a los llamados al matrimonio, buscar un hijo por solo sentirse padre o madre puede ser un acto de egoísmo y de poco sentido cristiano.

La soltería es la vocación del orden, de la entrega, de la familiaridad, de los valores, de la amistad. Hay que tener mucho cuidado en pensar que tal estado de vida nos dejan las puertas abiertas para hacer y deshacer, con nosotros, con nuestro cuerpo, con nuestros dones, o con los demás. 

La vida del soltero, como la del consagrado o la del casado, debe estar al servicio de toda la comunidad, pues es un deber que se nos da en el bautismo. Es en cada vocación que debemos poner nuestros dones para una mejor y más grata convivencia.