Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

viernes, 12 de agosto de 2011

DOMINGO 14 DE AGOSTO


Mateo  15: 21 - 28
21 Saliendo de allí Jesús se retiró hacia la región de Tiro y de Sidón.
22 En esto, una mujer cananea, que había salido de aquel territorio, gritaba diciendo: «¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada.»
23 Pero él no le respondió palabra. Sus discípulos, acercándose, le rogaban: «Concédeselo, que viene gritando detrás de nosotros.»
24 Respondió él: «No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel.»
25 Ella, no obstante, vino a postrarse ante él y le dijo: «¡Señor, socórreme!»
26 El respondió: «No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos.»
27 «Sí, Señor - repuso ella -, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.»
28 Entonces Jesús le respondió: «Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas.» Y desde aquel momento quedó curada su hija.



El evangelio que nos propone la liturgia para este domingo nos puede sonar un poco déspota, grosero, nos muestra quizá la arrogancia de Jesús. Pero más allá de lo que pudiéramos mirar por encima este evangelio de Mateo nos deja una gran riqueza cristiana.
Primero podemos percatarnos de Jesús como el indiferente al dolor de la mujer que reconoce su grandeza. Esto nos señala lo enraizado que estaba la tradición judía en Jesús de Nazaret, él como buen judío no reconoce a otro pueblo como digno de la presencia de Dios, de su amor y mucho menos de su misericordia. Jesús tenía en mente que había sido enviado para los suyos, para los elegidos por el Padre Celestial.
Como segundo debemos rescatar a la mujer, su seguridad y su confianza en que este hombre de procedencia judía, de quien todos hablaban, le podía sanar a su hija. Esta mujer conocedora del trato que recibían los cananeos de parte de los judíos no escatima nada para acercarse y pedir a Jesús le conceda el milagro. La fe es más fuerte que cualquier temor humano, que cualquier rechazo de los otros, que cualquier miedo a no ser escuchado o valorado, la fe, como bien nos lo recuerda el evangelio, mueve montañas.
En tercer lugar es muy positivo reconocer, en este evangelio, cómo el evangelista nos hace ver que una mujer de procedencia cananea libera a Jesús de pensamientos nacionalistas y regionalista. Es gracias a este encuentro que Jesús despierta a una visión universal, a una salvación para todos los pueblos.
Por tanto son tres las enseñanzas que nos deja la liturgia del domingo. Primero: que nada es eterno, todo puede cambiar en bien del ser humano, las estructuras dan orden pero si causan daño es necesario transformarlas. Segundo: la fe es una herramienta fundamental para el bien de nuestras creencias. Y tercero: los cristianos estamos llamados a universalizar nuestra visión humana, no podemos cerrarnos  a los cercanos sino que tenemos que ir a todos.