Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

miércoles, 15 de mayo de 2013

Pentecostés, Venida del Espíritu Santo



Hechos 2:1-4 
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.  (2)  De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban,  (3)  y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos.  (4)  Todos quedaron llenos del Espíritu Santo.

La palabra PENTECOSTES significa cincuenta días después de la pascua, es decir de la resurrección. A los cincuenta días de Cristo haber resucitado, cumplió con su promesa de enviar al Espíritu Santo para que asistiera a los Apóstoles, en la misión de continuar su obra: entregar la Buena Noticia de Salvación. Esa fue la promesa del Señor Jesús: El Defensor, el Espíritu Santo que enviará el Padre en mi nombres, les enseñará todo y les recordará todo lo que yo les he dicho (Juan 14, 26).

Así pues, celebrar la Solemnidad de la Venida del Espíritu Santo, es celebrar la alegría de saber que la Iglesia está sostenida e iluminada por el mismo Dios. Es la presencia del Espíritu Santo en nuestros pastores, la que hace posible que el mensaje de Jesucristo sea predicado en todo el mundo y que su acción santificadora sea entregada en los sacramentos celebrados en todo el mundo, también. Y todos cuantos hemos participado de la gracia por el bautismo, en el cual también recibimos el Espíritu Santo. Este le da sentido a todos los sacramentos: la comunión, la reconciliación, la confirmación, el matrimonio, el orden sacerdotal y la unción, estamos llamados a dejarnos transformar por la fuerza del Espíritu Santo para ir construyendo el Reino de Dios.

Si queremos que nuestra Iglesia doméstica, la familia, nuestra Iglesia parroquial, nuestra Iglesia diocesana y nuestra Iglesia universal sea transformada, permitamos que el Espíritu Santo nos guíe, nos ilumine, nos muestre el camino, nos recuerde lo que Jesús nos pide. Preguntémonos:

¿Mi vida está guiada por el Espíritu Santo o quién me da las luces para tomar decisiones?