Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

viernes, 8 de abril de 2011

DOMINGO 10 DE ABRIL

Juan  11: 1 - 45

1
Había un cierto enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta.
2
María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro era el enfermo.
3
Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo.»
4
Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»
5
Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.
6
Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba.
7
Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea.»
8
Le dicen los discípulos: «Rabbí, con que hace poco los judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?»
9
Jesús respondió: «¿No son doce las horas del día? Si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo;
10
pero si uno anda de noche, tropieza, porque no está la luz en él.»
11
Dijo esto y añadió: «Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarle.»
12
Le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se curará.»
13
Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño.
14
Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto,
15
y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Pero vayamos donde él.»
16
Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con él.»
17
Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro.
18
Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios,
19
y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano.
20
Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa.
21
Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
22
Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
23
Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.»
24
Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.»
25
Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá;



Hermanos: Cuaresma es un tiempo de verdadero cambio y renovación, tiempo para volver a respirar a pleno pulmón, tiempo para poner en orden muchas confusiones que se tienen, tiempo para entablar relaciones auténticas, tiempo para restablecer diálogos rotos con los otros... Todo esto se lleva a cabo con nuestro esfuerzo y voluntad que nace de esa decisión que nos pone a la escucha de Dios, de dejarse cambiar por Él, de abandonar nuestros caminos, para caminar por los suyos, de  entrar en la dinámica de una vida nueva, en síntesis, cuaresma es alcanzar la resurrección.
En el Evangelio de hoy se nos presenta el relato de la resurrección de Lázaro, gran amigo de Jesús, quien demuestra su poder sobre la muerte justo antes de entrar a Jerusalén y dirigirse hacia el calvario. Ahora Jesús, quiere demostrar nuevamente su poder a Ti y a todos los que queramos verlo. Con éste milagro Jesús manifiesta una vez más que es el Mesías, el Salvador.
Nosotros somos los nuevos Lázaros a quienes el Señor Jesús resucita de las ataduras, de la esclavitud, de la oscuridad, del pecado y ayuda a tantas Marías y Martas a calmar la tristeza y el llanto por la alegría de vivir y mantener siempre la esperanza de que con la muerte no termina todo, porque “si hemos creído en Cristo, aunque lleguemos a morir, viviremos”. ¿Qué necesita resucitar en tu vida? ¿Qué harás esta semana para aceptar la muerte de lo que debe terminar, de manera que puedas estar listo para la vida nueva que Jesús está preparando para tí?