Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

domingo, 8 de mayo de 2011

MARÍA LA MADRE

Nos encontramos en el mes en el que resaltamos la figura de la madre, de la mujer que se entrega enteramente a la misión de educar y fortalecer a la Iglesia doméstica, el hogar. Y quién mejor que la madre de Dios nos puede hablar de esa misión y de ese compromiso para construir una sociedad más justa y más centrada en la verdad.
La Virgen María, es quién aceptando en su seno que la verdad se encarnará hace posible que toda la humanidad tenga claro y tenga el prototipo de humanidad que debemos construir. Cuando María en la obediencia proclama: “Hágase en mí según has dicho” (Lucas 138) hace que la historia de la humanidad tome otro rumbo, hace posible que se inserte en la realidad del hombre la esperanza quizás perdida. Cada vida es una trasformación de la sociedad que inicia en la familia. Es así que cada vez que la mujer acepta la llegada de un hijo, hace presente la esperanza entregada por Jesús de Nazaret.
La esperanza que se va forjando en el proceso del crecimiento, recordemos lo que dice el evangelista Lucas, cuando María y José encuentran a Jesús que se había perdido en el templo: “Bajo con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndolos. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y ante los hombres” (151-52). Misión de los padres educar y trasmitir la fe que han recibido. Pero no olvidemos que la madre está siempre más cerca de los hijos, es María la primera que trasmite su fe, su esperanza y su amor, en el Dios que es fiel a sus promesas. La madre tiene la misión de educar y trasmitir lo que cree, para entregar al mundo y a la Iglesia varones y mujeres comprometidos y comprometidos a construir el Reino de Dios en medio de los hombres.
Pero la buena madre, la madre que se entrega a su misión nunca abandona a sus hijos, están siempre presentes para escuchar y sobre todo para acompañar. María silenciosa junto a la cruz nos habla de la fidelidad que ha entrega al proyecto de Dios. Ella nos enseña que no se puede perder la esperanza, que cuando se ha obrado bien, a la luz del evangelio, Dios no tarda en actuar. La confianza de María, es en sí la confianza en sí misma por haber sido obediente a la voz de Dios.
Apreciados hermanos y hermanas, la presencia de María en nuestra fe es fundamental e indispensable, no porque sea una diosa, sino porque es una verdadera discípula de su hijo Jesús el Cristo. Es su discipulado el que admiramos y queremos imitar, cada día que nos acercamos a ella podríamos escuchar: “Hagan lo que Él les diga”(Lucas 25).
Con estas palabras referentes a María, queremos decirles a todas las madres GRACIAS, por: su entrega, por su compromiso, por su amor, por su generosidad, por su servicio, por ser lo que son…

Por: Alejandro Perdomo SDS