Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

viernes, 15 de julio de 2011

DOMINGO 17 DE JULIO

Mateo  13: 24 - 43

24
Otra parábola les propuso, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo.
25
Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue.
26
Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña.
27
Los siervos del amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?"
28
El les contestó: "Algún enemigo ha hecho esto." Dícenle los siervos: "¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?"
29
Díceles: "No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo.
30
Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero."»
31
Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo.
32
Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.»
33
Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.»
34
Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas,
35
para que se cumpliese el oráculo del profeta: Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo.
36
Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo.»
37
El respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre;
38
el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno;
39
el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
40
De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo.
41
El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad,
42
y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
43
Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.


Las lecturas de este domingo 16 del tiempo ordinario, nos recuerdan que la misericordia de Dios trasciende la fragilidad humana y que la semilla de su reino sembrada en los corazones de  hombres y mujeres que la escuchan y se esfuerzan por vivirla, no se acaba ni por la maldad que hay en el mundo. La maldad aparentemente parece ser mayor a la bondad, pero los buenos debemos continuar luchando por gritarle al mundo que  la bondad sembrada en el corazón humano debe crecer como el arbusto de mostaza, que no únicamente debe crecer hermoso, sino abrirse a albergar en sus ramas a aquellos que buscan sombra e incluso alimento de vida.
Para aquellos que enredados en un mundo de facilismos y engaños que nos lleva  a creer que  es lo único que existe y que no hay otra salida más que dejarnos arrastrar por la corriente; aparece la opción de aquellos que apuestan por un mundo diferente, que creen que un mundo nuevo es posible, y aunque lamentablemente tienen que enfrentarse a toda esta corriente negativa, es la valentía, la lucha y la confianza que nos presenta Cristo en su palabra que hace de estas personas ese fermento en la masa que de a poco va fermentando todo.
Un cristianismo humanamente trascendente  es posible, creer que ser discípulo de Cristo es más que rezar y cumplir con preceptos y tradiciones, que no nos liberan en plenitud, que construir el Reino de Dios es comprometerse con el aquí y ahora de nuestra historia sembrar esperanza y misericordia en el corazón humano, venciendo los individualismos y construyendo fraternidad, eso es ser fermento en la masa, ser grano de mostaza y sobre todo ser el trigo que vence  la cizaña  sembrada en el campo, que jamás podrá eliminarlo por más que parezca crecer con mayor fuerza,  la semilla de amor sembrada por Cristo en este mundo continuará creciendo y somos los cristianos los que venciendo el pasivismo haremos posible el verdadero Reino de Dios.
No nos dejemos amedrentar por aquellos que dividen, que siembran el mal y que buscan sus propios intereses, que a pesar de la propaganda que el mal tiene porque el bien aunque silencioso sigue creciendo en la humanidad “por cada bomba que hace ruido y destruye, hay miles de caricias que unen y sanan heridas” (Facundo Cabral)