Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Sacramento de la Unción


Objetivo:
                   Descubrir que en el dolor o en la aflicción Dios no nos desampara, y que nosotros podemos unirnos al dolor de Cristo en la cruz con nuestro dolor. 
      
Desarrollo del encuentro:

v  El sentido del Sacramento

"¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometidos pecados, le serán perdonados" (Santiago 5,14-15).

Santiago muestra a la comunidad cómo actuar frente a un enfermo, cómo poder mostrarle que Dios lo acompaña en su dolor. Pues la Iglesia desde sus orígenes tiene clara esta misión, el mismo Jesús el Cristo la envió por medio de los primeros discípulos, y ellos:

“ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban”
Marco 613

Por tanto el sacramento de la unción, como todos los sacramentos, nacen de la tradición evangelizadora de Jesús y sus apóstoles. Cuando ellos ungían entregaban al creyente la gracia de Dios, les concedía paz y ánimo para sobrellevar el dolor; les concedía el perdón de sus pecados; les concedía la sanación y les preparaba para llegar a la gloria de Dios. De la misma manera actúa el ministro consagrado hoy.

Este es un sacramento que se puede repetir más de una  vez, es conferido a los que están gravemente enfermos o en la vejez. La Iglesia no tiene limitaciones para quienes lo desee recibir sin estar enfermos o en la vejez; pero es más significativo en estos momentos.
  
v  Participantes

Sacerdote:
Estando el presbítero con todas las facultades ministeriales, es el único que puede conferir el sacramento de la unción.

Enfermo(a) o anciano (a):
Es el creyente bautizado que consciente o inconsciente, con capacidades físicas o sin ellas, recibe la unción.

v  Símbolo y Signo

Óleo:
El jueves santo el obispo bendice el santo óleo que se utiliza en el sacramento de la unción. El ministro que conceda este sacramento unge al enfermo o anciano en la frente y en las manos, mientras recita la oración:

Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo para que libre ya de los pecados, te salve y te alivie por su benignidad.
                                                                                   Amén

Enseñanza del encuentro:

Ø  El sacramento de la unción puede ser recibido por todos, en especial por los enfermos(a) y los ancianos(a).

Ø  Corresponde al presbítero o al obispo conceder este sacramento. Ya que en él quedan perdonados los pecados y el diácono no tiene esta facultad.

Ø  La gracia recibida pude conceder la salud o preparar al creyente al encuentro con la Santísima Trinidad: Padre, Hijo, Espíritu Santo.