Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

viernes, 27 de septiembre de 2013

Confianza en Dios


P. Francisco Jordán, SDS

“Aunque se levanten olas contra ustedes, aunque surjan persecuciones por todas partes venga lo que viniere, confíen en el Señor y sigan hacia adelante.”

El P. Francisco, fundador de los Salvatorianos, fue el hombre de la confianza en la divina providencia, fue tal su confianza que quiso dejarla a sus hijos espirituales como herencia, en su testamento espiritual, cuatro de ocho numerales fueron dedicados a la confianza en Dios:

1.     Patrimonio perpetuo sea siempre para ustedes la confianza en la Divina Providencia, que les nutra siempre cual próvida madre.

2.     Les dejo la Pobreza perpetua como tesoro precioso y margarita selecta, de la cual Dios les pedirá cuenta en el día del juicio.

3.     En Dios solo pongan toda esperanza y confianza, quien como fuerte guerrero combatirá por ustedes.

4.     Ay de ustedes si confían en hombres y riquezas.

Es una gran enseñanza para todo creyente. Dios nunca desampara a los suyos. Ya decía el Papa Benedicto XVI “No hay grito humano que Dios no escuche”. No podemos desesperar o desesperanzarnos porque no vemos que las cosas van como nosotros queremos, confiar en el Señor quien nos dijo: “El Padre de ustedes, que está en los cielos, dará cosas buenas a quien se las pida” (Mt. 7, 11).

Quizás ese es nuestro problema no sabemos pedir cosas buenas, sino cosas que deseamos o queremos como caprichos, y muchas veces esas cosas no nos permiten ser felices ni mucho menos realizarnos, más aún nos deshumanizan, entonces Dios no permite que lleguen a nosotros. La confianza en la divina Providencia es dejar que Dios sea Dios, decida y nos dé lo que necesitamos.