Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

lunes, 18 de junio de 2012

Convivencia Comunión

El domingo 17 de junio, día del Padre en Ecuador y otros países, se llevó a cabo la Convivencia de Comunión de la Catequesis Doce Apóstoles de la Parroquia San Pedro de Cumbayá. La Convivencia se llevó a cabo en el Colegio Cristo Rey de las Hermanas del Buen Pastor. Participaron 112 niños con sus respectivos padres. 
Fue una experiencia muy enriquecedora para todos, niños, padre y catequistas, pues se profundizó en la necesidad que tenemos de vivir el Sacramento de la Comunión con sentido profundo. Bendecimos al Señor y le pedimos que nos fortalezca en nuestra fe. 






¿Corazón de Piedra o de Carne?


En nuestro día a día familiar, laboral o social, nos encontramos con personas que son dueños de un corazón de piedra, más aún, quizá somos nosotros portadores de ese corazón endurecido por los problemas, las enfermedades o sencillamente las contaminaciones heredadas o aprendidas.

Y nos urge empezar a construir un mundo donde todos tengamos un corazón de carne. Un mundo donde nos conmovamos por el que sufre, un mundo donde tengamos rostros agradables para quienes nos rodean, un mundo donde no nos incomodemos porque nos sabemos cómo tratar a las personas ya que siempre tiene respuestas ásperas, ofensivas, negativas o desalentadoras.

En el antiguo testamento nos encontramos con el libro del Profeta Ezequiel, a quien Dios le dice: “A hijos duros de rostro y de corazón empedernido te envío.” (2,4), pues Dios no cesa de enviarnos oportunidades para que dobleguemos nuestro corazón y construyamos el mundo del amor. Con el corazón de piedra fácilmente causamos mucho daño a los otros y Dios nos cuestiona: “Porque han afligido el corazón del justo, cuando yo no lo aflijo” (13, 22). Y el mismo Dios da la respuesta: “Por tu gran sabiduría y tu comercio has multiplicado tu fortuna y se ha engreído tu corazón” (28, 5). Y no debemos entender fortuna sólo lo material o económica. Se trata de nuestros logros humanos los cuales olvidamos que han sido fruto de los dones que el mismo Dios nos ha concedido y que se han complementado con los dones que otros tienen.

Por eso el Señor no descansará, hoy lo hace a través de la Iglesia que pregona la verdad, hasta que todos recibamos con agrado su más bello deseo: “Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne.” (36, 26).