Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

viernes, 11 de noviembre de 2011

DOMINGO 13 DE NOVIEMBRE

Mateo  25: 14 - 30

14«Es también como un hombre que, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda:15a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó.16Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco.17Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos.18En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.19Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos.20Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado."21Su señor le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."22Llegándose también el de los dos talentos dijo: "Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado."23Su señor le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."24Llegándose también el que había recibido un talento dijo: "Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste.25Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo."26Mas su señor le respondió: "Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí;27debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses.28Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos.29Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.30Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes."

Jesús nos exhorta en el Evangelio a estar preparados para el momento de nuestro encuentro con Él en la eternidad, poniendo a producir con diligencia y responsabilidad en esta vida las capacidades o talentos que hemos recibido. El talento era una unidad monetaria de uso común en el imperio romano. A partir de esta primera significación, y precisamente con base en la parábola del Evangelio de hoy, pasó a convertirse en sinónimo de las capacidades de cada ser humano. Por eso en las organizaciones se suele hablar del “talento humano”, consistente en las capacidades de las personas que las componen.

Cada ser humano ha recibido de Dios unos talentos específicos. Unos han recibido más que otros, cada quien con sus propias cualidades y posibilidades. ¿Qué estoy haciendo con mis talentos, con mis capacidades? ¿Las estoy haciendo rendir constructivamente? ¿O las estoy desperdiciando como el perezoso de la parábola que enterró su talento, sin realizar el esfuerzo que implica poner a producir lo recibido?

Queda resonando la reflexión final de Jesús: “al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”. Su significado corresponde a la situación en que estemos cuando tengamos que rendirle cuentas al Señor al encontrarnos con Él en la eternidad. Si tenemos y podemos presentar como producto las buenas obras resultantes de un trabajo honesto y constructivo, Dios nos dará más de lo que tenemos, nos dará  una vida eternamente feliz. Pero a quien se presente con las manos vacías, hasta lo que había recibido le será quitado. En últimas, de lo que se trata es de hacer producir lo que el Señor nos ha dado, a partir de los dones recibidos de Él.