Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

sábado, 8 de octubre de 2011

DOMINGO 09 DE OCTUBRE

Mateo  22: 1 - 14

1Tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo:2«El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo.3Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir.4Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: "Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda."5Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio;6y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron.7Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.8Entonces dice a sus siervos: "La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos.9Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda."10Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales.11«Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda,12le dice: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?" El se quedó callado.13Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes."14Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.»

En Mt.22.1-14 encontramos la narración de los  que rechazaron la invitación que hizo un rey a la boda de su hijo.  Los convidados no solo no hicieron caso a los enviados sino que  los trataron mal y hasta los mataron. Se van cada uno a “sus cosas” y el rey manda llamar a “todos” los que se encuentren en los caminos, buenos y malos y se llenó la sala del banquete. Pero  fue expulsado uno que no tenía “vestido adecuado”.
El Reino de Dios es comparado con un Banquete, con una fiesta, no un funeral, a la que están invitados en primer lugar aquellos “primeros elegidos”. Pero estos no quisieron aceptar la invitación. Es figura de aquellos a quienes llegó la LUZ PERO SIENDO TIENIEBLAS LA RECHAZARON. VINO A LOS SUYOS Y LOS SUYOS NO LO RECIBIERON. Como en la parábola de la viña, “les será quitada” y entregada a otros que rindan sus frutos. Ya la invitación al Banquete de bodas, AL REINO, A LA FIESTA DE LAS BODAS DEL CORDERO, será para otros.
La invitación será para TODOS, BUENOS Y MALOS. Pero una vez aceptada la invitación, hay que quitarse los andrajos y vestirse de fiesta. El estar en la sala DEL BANQUETE requiere “un compromiso: REVESTIRSE DEL JESUCRISTO.” (Rm.13-14)
La invitación sigue pendiente, la fiesta de bodas es permanente. Hay quienes siguen rechazando la invitación y hasta maltratando a los enviados. Muchos se van a “sus cosas, a su viajes a sus negocios”, NO LES INTERESA PARA NADA También hay quienes  quieren entrar sin condiciones, sin compromisos, sin cambiar de traje. Son quienes quieren vivir su compromiso cristiano a su manera, ciertos “colados” sin compromisos o que se creen que porque son bautizados o “practican ciertos ritos y rezos” ya están justificados.
Ser auténticos discípulos de Jesús es escuchar la palabra (la invitación) y ponerla en práctica. Recordemos la palabras de Santiago : La fe sin obras es muerta.