Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

viernes, 22 de junio de 2012

El Corazón Podado


El rostro, el diálogo y los encuentros nos permiten ver lo que guardamos en el corazón. Reflejamos lo que ha nacido y hemos podado, pues cada individuo, que recibe todo del exterior, tiene la obligación de ir podando, quitando lo que no sirve y hace daño. Y lo puede hacer a la luz de Jesús, quien conoce la esencia y el fin del hombre.

Quienes han aceptado la propuesta de humanización en Jesús han transformado su vida y la de quienes le rodean. Y a ellos les queda muy bien la bienaventuranza de Jesús:

“Bienaventurados lo limpios de corazón, porque verán a Dios”
Mateo 5, 8

Sí, bienaventurados, es decir, felices, gozosos, dichosos. Y cómo no, si tienen claro el sentido de su vida, han cultivado cosas bellas en su corazón, han puesto la mirada en los otros saliendo de sí mismos, han querido aportar a la sociedad un ambiente mejor pero sobre todo contagian y hacen grato el tiempo y el espacio en el que se encuentran.
Qué dicha es poder hallar en el camino personas que sólo tienen una sonrisa para dar, que son optimistas, que guardan la esperanza en lo más profundo de su ser y la reflejan en el diálogo, que siempre ven los acontecimientos como medios de aprendizaje y crecimiento humano. Ellas no guardan prejuicios o comentarios negativos de las demás personas. Las personas limpias de corazón saben y reconocen los errores de los otros como equivocaciones ignorantes de personas que gritan una necesidad.

Son personas que ayudan verdaderamente a construir un mundo más humano a la luz de Dios. Por eso descubren la mano de Dios en cada acontecimiento, no creen en coincidencias de la vida sino en Dios-cidencias. Estas personas, limpias de corazón, se adelantan a la dicha eterna… ver a Dios, pues lo descubren en toda la creación y en la cotidianidad de la vida.