Ya eres uno más

SEAS BIENVENID@

Los Salvatorianos en el Ecuador te damos un grato saludo y te invitamos para que no sea tú primera visita, sino que ésta te anime a regresar.

Nos gusta mucho compartir contigo nuestro caminar y nuestra fe, nos gustaría contar con tus comentarios y con tus palabras de aliento.

Que la fe en nuestro Dios Trinidad nos una cada día más, que juntos podamos entregar la buena nueva a todos y de todas las formas que el amor de Cristo inspire a los que aún no lo conocen. Bienvenid@

DESEO SALVATORIANO

Tomando las palabras de Juan les decimos:
"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.".

1 Juan 1, 1-3

sábado, 19 de febrero de 2011

DOMINGO 20 DE FEBRERO


Mateo  5: 38 - 48


38
«Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
39
Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra:
40
al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto;
41
y al que te obligue a andar una milla vete con él dos.
42
A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.
43
«Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
44
Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan,
45
para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.
46
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos?
47
Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles?
48
Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.





El mensaje del Evangelio de este domingo es una invitación a revisar nuestra vida como creyentes de frente a la palabra de Jesús. ¿Cómo es nuestra cordialidad y amabilidad con los demás? Si amamos al prójimo debemos hacerle el bien, respectarlo y ser capaces de descubrir lo que tiene de bondad y de compasión.  Esto nos tiene que llevar a superar el rechazo y la indiferencia que tantas veces nos caracteriza.
El amor cristiano, aún al enemigo, ha sido una escuela de valentía a través de la historia. Y este amor es incluso al enemigo, al que nos hace mal, nos juzga, nos critica. El poner la otra mejilla,  se constituye en el único modo de salir de este círculo infernal en el que estamos envueltos en nuestro mundo: de agresión, re-agresión y venganza. Es la única forma de vencer el mal en su propia fuente.
Quienes saben perdonar, amar y acoger generan a su alrededor un mundo más justo, más humano, misericordioso y agradable.  En esto insiste Jesús, en la amabilidad no solo ante el amigo sino también ante quien nos rechaza y nos hace mal. Recordemos sus palabras: «Si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario?»
Jesús nos dice algo nuevo, Dios es compasivo, no desea ni busca la destrucción de nadie. Dios comparte el sol y la lluvia con sus hijos e hijas sin discriminación alguna entre buenos y malos. Y responde siempre con amor, aún ante la injusticia.
La conclusión de Jesús es contundente: «Amad a vuestros enemigos para que seáis dignos de vuestro Padre celestial» Jesús está pensando  seguramente  en todo tipo de enemigos: el enemigo personal, el que hace daño a tu familia, aquella persona que no soporto porque me calumnió y me hizo tanto daño.
Reflexionemos hoy que amar al enemigo es desearle bien. ¿Cómo debo orientar mi vida después de escuchar a Jesús? ¿Qué compromiso debo hacer hoy? ¿A quién o a quienes debo perdonar y amar y ser amable?