Esta semana, lunes, martes y miércoles, les regalarémos una luz cada día. Continúa recibiendo la luz.
Nuestra primera Luz es la fe.
En el mundo de hoy la realidad de Dios, su existencia, su influencia y su necesidad ha sido negada y atacada por muchos. La dinámica de la fe de quienes CREEMOS, no consiste en probar la existencia de Dios. El está presente, vivo, existente, independientemente de que creamos o no en El. Tampoco necesita que probemos su existencia ni que organicemos una guerra santa para convertir a los incrédulos. Por supuesto que hay quienes se esfuerzan en “probar la inexistencia de Dios”, porque Dios les estorba en sus planes.
Debemos pues disponer nuestros corazones para la fe, de varias maneras, sobre todo buscando, leyendo y orando. La oración es quizás el modo más eficaz de alcanzar la fe, porque la fe no es un don que recibimos de una vez para siempre en el primer acto de creencia. Es algo que tenemos que cuidar y cultivar. La oración es el corazón mismo de la vida de la fe.
Quienes creemos no perdemos tiempo en probar la existencia de Dios, nos centramos en AGRADAR A DIOS. (Heb. 11.6) La fe no obtiene su luz de la razón ni de la inteligencia pero tiene que ser inteligente, la fe es una luz espiritual para el intelecto. Por la fe estamos unidos a Cristo y recibimos la vida sobrenatural, gracias al don de su Espíritu. No es una mera entrega emocional y afectiva, no es voluntad ciega. Cristo no solo es nuestra vida sino nuestro camino y nuestra verdad, y por El conocemos al Padre (Jn.14.6-14).
Para reflexionar
¿Qué significa para nosotros CREER HOY?
¿Cómo testimoniamos hoy nuestra fe?
¿Cuáles son los peligros y las fortalezas de nuestra FE CATOLICA HOY?
Emilio Obando Yepes SDS
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