Martin Valverde afirma
que “MUJER”, es un titulo en la boca de Jesús. Y no se equivoca. Pues cuando la
nombra la dignifica, le entrega una misión, le despierta al servicio y la
involucra en la construcción del Reino. Nunca la palabra MUJER es utilizada por
Jesús para indicar esclavitud, sumisión, trabajo, objeto o discriminación. “MUJER”
en la vida de Jesús es quien sabe escuchar, acoger, atender, actuar y desde
luego sabe amar.
La MUJER no tiene por qué
buscar un lugar, ya lo tiene desde la creación, es la ayuda adecuada del varón.
Y es ayuda, porque posee lo que el varón no tiene, es su complemento. Lo triste
es que las corrientes machistas o feministas provocan discusiones y grandes
enfrentamientos desde lo que comparten, es decir, la inteligencia, la voluntad,
la capacidad de amar, la capacidad de servir, etc., olvidando que esas
capacidades que son iguales deben ayudarles para comprender y asumir aquellas de
las que cada uno carece.
La MUJER piensa como MUJER y el varón piensa como varón, eso nadie lo puede cambiar y un proyecto impulsado por la MUJER nunca será igual si es impulsado por el varón, pero un proyecto impulsado por los dos enriquece de tal manera que no será nunca igual si lo hicieran solos. Eh ahí la gran importancia de constituir una familia en la unidad de una MUJER y un varón. La ayuda es complementaria y no de sumisión.