Objetivo:
Descubrir
que en el dolor o en la aflicción Dios no nos desampara, y que nosotros podemos
unirnos al dolor de Cristo en la cruz con nuestro dolor.
Desarrollo
del encuentro:
v El sentido del
Sacramento
"¿Está enfermo
alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él
y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al
enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometidos pecados, le
serán perdonados" (Santiago 5,14-15).
Santiago
muestra a la comunidad cómo actuar frente a un enfermo, cómo poder mostrarle
que Dios lo acompaña en su dolor. Pues la Iglesia desde sus orígenes tiene
clara esta misión, el mismo Jesús el Cristo la envió por medio de los primeros
discípulos, y ellos:
“ungían con aceite a
muchos enfermos y los curaban”
Marco 613
Por tanto el sacramento de la unción, como todos
los sacramentos, nacen de la tradición evangelizadora de Jesús y sus apóstoles.
Cuando ellos ungían entregaban al creyente la gracia de Dios, les concedía paz
y ánimo para sobrellevar el dolor; les concedía el perdón de sus pecados; les
concedía la sanación y les preparaba para llegar a la gloria de Dios. De la
misma manera actúa el ministro consagrado hoy.
Este es un
sacramento que se puede repetir más de una
vez, es conferido a los que están gravemente enfermos o en la vejez. La
Iglesia no tiene limitaciones para quienes lo desee recibir sin estar enfermos
o en la vejez; pero es más significativo en estos momentos.
v Participantes
Sacerdote:
Estando el presbítero con todas las facultades
ministeriales, es el único que puede conferir el sacramento de la unción.
Enfermo(a) o anciano (a):
Es el creyente
bautizado que consciente o inconsciente, con capacidades físicas o sin ellas,
recibe la unción.
v Símbolo y Signo
Óleo:
El jueves santo el obispo bendice el santo óleo que
se utiliza en el sacramento de la unción. El ministro que conceda este
sacramento unge al enfermo o anciano en la frente y en las manos, mientras
recita la oración:
Por
esta santa unción y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor con la
gracia del Espíritu Santo para que libre ya de los pecados, te salve y te
alivie por su benignidad.
Amén
Enseñanza del encuentro:
Ø El
sacramento de la unción puede ser recibido por todos, en especial por los
enfermos(a) y los ancianos(a).
Ø Corresponde
al presbítero o al obispo conceder este sacramento. Ya que en él quedan
perdonados los pecados y el diácono no tiene esta facultad.
Ø La
gracia recibida pude conceder la salud o preparar al creyente al encuentro con la
Santísima Trinidad: Padre, Hijo, Espíritu Santo.